El 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, se estableció en esta fecha por ser cuando nació su descubridor, Hans Asperger. Muchas organizaciones y fundaciones a nivel mundial aprovechan esta conmemoración, para hacer más visible este síndrome. Ayudando así a las personas que lo padecen a no ser excluídos de la sociedad o menospreciados.

¿De qué se trata el Síndrome de Asperger?
Las personas con síndrome de Asperger ven, escuchan y sienten el mundo de manera diferente a otras personas. Si padece de esta condición, lo tiene de por vida: no es una enfermedad y no se puede “curar”.
El autismo es una condición del espectro. Todas las personas autistas comparten ciertas dificultades, pero ser autista las afectará de diferentes maneras. Algunas personas con síndrome de Asperger también tienen problemas de salud mental u otras afecciones. Por lo tanto, necesitarán de diferentes niveles y tipos de apoyo.
Las personas con síndrome de Asperger son de inteligencia promedio o superior al promedio. No tienen las discapacidades de aprendizaje, a diferencia de alguien con autismo, pero pueden tener dificultades específicas de aprendizaje. Tienen menos problemas con el habla pero aún pueden tener dificultades para comprender y procesar el lenguaje.
¿Cómo se siente alguien al tener Asperger?
Algunas personas con síndrome de Asperger dicen que el mundo se siente abrumador y esto puede causarles una ansiedad considerable.
Para quienes tienen este síndrome comprender y relacionarse con otras personas, y participar en la vida cotidiana de la familia, la escuela o el trabajo, puede ser más complicado que el resto.
Otras personas parecen saber, intuitivamente, cómo comunicarse e interactuar entre sí, pero también pueden tener dificultades para establecer una buena relación con las personas con síndrome de Asperger. Las personas que lo padecen pueden preguntarse por qué son “diferentes” y sienten que sus diferencias sociales significan que las personas no las entienden.
Las personas autistas, incluidas las personas con síndrome de Asperger, a menudo no se ven “discapacitadas”. Algunos padres de niños autistas dicen que otras personas simplemente piensan que su hijo es travieso, mientras que los adultos descubren que no se les entiende. El foco principal de las campañas realizadas a nivel mundial es educar a las personas sobre el asperger.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de Asperger?
Las características del síndrome de Asperger varían de una persona a otra. Por lo general, una persona es diagnosticada con Asperger por haber tenido dificultades persistentes con la comunicación social y la interacción social. Además de patrones repetitivos de comportamientos, actividades o intereses desde la primera infancia, en la medida en que estos “limitan y perjudican el funcionamiento diario”.
Los beneficios de un diagnóstico
Algunas personas ven un diagnóstico formal como una etiqueta inútil. Pero para muchos, obtener una evaluación y diagnóstico oportuno y completo puede ser útil porque:
- Es de ayuda para las personas con síndrome de Asperger (y sus familias, socios, empleadores, colegas, maestros y amigos) a comprender por qué pueden experimentar ciertas dificultades y qué pueden hacer al respecto.
- Permite a las personas acceder a servicios y soporte.

No existe una “cura” para el síndrome de Asperger. Sin embargo, existe una variedad de estrategias y enfoques que las personas pueden encontrar útiles. Para evitar el aislamiento de las personas que padecen de esta condición y que puedan llegar a tener un mejor desenvolvimiento y desarrollo personal.